Hablad de McDonalds es hablar de algo que alguna vez casi todas las personas del planeta han consumido alguno de sus productos. Todo el mundo conoce McDonalds, le guste su comida o la odie, da igual, todos conocemos al gigante de las hamburguesas.
Entonces, partiendo de esta base, ¿es necesario que gaste tanto en publicidad y marketing? A priori, podemos pensar que no le hace falta, que ya lo conoce todo el mundo y teniendo la gran cantidad de restaurantes que tiene repartidos por todo el mundo, podría seguir la estrategia de Zara, por ejemplo, que nunca gasta dinero en publicidad.
El restaurante se quiebra los sesos para que cada campaña sea un verdadero éxito. Esta última, sin duda alguna, es un ejemplo de ello. En estos tiempos donde el marketing ha pasado de promocionar productos a crear una conexión más personal con el cliente, las marcas lo tienen cada vez más difícil, pero siempre encontramos campañas que saben conectar con nosotros a la perfección.
La M de McDonalds
En las principales terminales de grandes ciudades como Madrid, Amsterdam o Miami, por donde a diario pasan miles de personas, con unos sencillos carteles donde no aparecen personas, ni fotos de hamburguesas, ni mensajes de compra, ni ofertas, ni nada que se le pueda ocurrir a cualquiera que quiera montar una campaña, llega McDonalds y hace una obra de arte.
Con tan solo «comerse» la M del nombre de la ciudad, la lía parda. _ADRID, A_STERDA_ , RO_E… y abajo en pequeño, la frase en inglés que dice que nada es lo mismo sin la M, por supuesto, utilizando la mítica fuente propia de ellos. Una cosa sencilla, ínfima, pero que ha sabido conectar muy fuerte con todo el que pasara por delante de los carteles.
Menos es más, lo sencillo es grande.
Con esta campaña, McDonalds lo ha vuelto a hacer. Por lo menos para mi. Saber que campañas tan sencillas, tan pequeñas, tan «poco» trabajadas sean tan revolucionarias me inspiran mucho a buscar lo básico, pero no es fácil. Transmitir un mensaje que esconde por detrás tantísimo… se puede convertir en un reto mucho mayor que un despliegue publicitario enorme.
Más que nada porque como ya está «todo inventado» como se suele decir, no hace falta más que darte un paseo por Internet rebuscando por las campañas que otros ya lanzaron para coger ideas, para adoptar mensajes, diseños, etc.
Conclusión
Mi conclusión está muy clara, un 10 para la cabeza que ideó esta campaña, un crack. Poco más tengo que añadir, porque una campaña bien hecha traerá sin ninguna duda buenos resultados SIEMPRE.